El Período Triásico, que abarca desde hace aproximadamente 252 hasta 201 millones de años, marca el inicio de la Era Mesozoica, también conocida como la «Era de los Reptiles» o, más popularmente, la «Era de los Dinosaurios». Aunque los dinosaurios harían su aparición durante este tiempo, el Triásico fue mucho más: un período de recuperación tras la mayor extinción masiva de la historia (la del Pérmico-Triásico) y un tiempo de transformaciones geológicas y climáticas radicales que sentaron las bases para el futuro dominio de los dinosaurios. ¡Viaja con DinoMundo.info al fascinante mundo del Triásico!
Pangea: Un mundo unido en el Triásico.

Una de las características más definitorias del Período Triásico fue la configuración de la Tierra. Casi toda la masa terrestre estaba agrupada en un único y gigantesco supercontinente llamado Pangea. Rodeado por un océano global conocido como Panthalassa, Pangea se extendía prácticamente de polo a polo.
Esta configuración de Pangea tuvo consecuencias drásticas:
- Clima continental extremo: Los interiores del continente eran vastos y alejados de la influencia moderadora del océano.
- Distribución de vida: Las especies podían, en teoría, dispersarse a través de grandes extensiones de tierra, aunque las barreras climáticas eran significativas.
- Actividad geológica: El inicio de la fragmentación de Pangea comenzaría hacia finales del Triásico, marcando el inicio de la formación de los continentes modernos.
El clima del Período Triásico: Un mundo generalmente cálido y árido.
El clima del Triásico fue, en general, mucho más cálido que el actual, sin evidencia de casquetes polares permanentes. Sin embargo, no era uniforme:



- Aridez interior: Gran parte del interior de Pangea experimentaba condiciones muy áridas o semiáridas, con vastos desiertos.
- Monzones estacionales: Las regiones costeras y ecuatoriales probablemente experimentaban fuertes lluvias monzónicas estacionales.
- Temperaturas: Las temperaturas medias globales eran significativamente más altas que hoy.
Este clima triásico, especialmente la aridez, influyó enormemente en los tipos de vida vegetal y animal que podían prosperar.
La vida vegetal resiliente del Triásico: Sin flores, pero resistente.
Después de la devastación de la extinción del Pérmico, la vida vegetal del Triásico tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones áridas y cálidas. Las plantas dominantes incluían:
- Licopodios y helechos: Especialmente en zonas más húmedas.
- Gimnospermas: Fueron el grupo dominante. Incluían:
- Cícadas: Parecidas a palmeras, muy comunes.
- Ginkgos: Ancestros del actual Ginkgo biloba.
- Coníferas: Diversos tipos de pinos y parientes adaptados a la sequía.



Es importante destacar que aún no existían las plantas con flores (angiospermas); estas aparecerían mucho más tarde, en el Cretácico. La flora del Triásico formaba bosques más abiertos y menos diversos que los actuales.
El surgimiento de los dinosaurios: Un nuevo linaje conquista la Tierra.
El Período Triásico es crucial porque vio el origen de los dinosaurios. Tras la extinción masiva del Pérmico-Triásico, muchos nichos ecológicos quedaron vacíos. Esto permitió la diversificación de un grupo de reptiles llamados Arcosaurios.
Dentro de los arcosaurios, un linaje particular comenzó a desarrollar características clave, como una postura más erguida con las patas bajo el cuerpo. A mediados del Triásico (hace unos 230-240 millones de años), en lo que hoy es Sudamérica, surgieron los primeros dinosaurios a partir de estos ancestros arcosaurios.
Dinosaurios del Triásico: Los pioneros (generalmente pequeños)
Los dinosaurios del Triásico no eran los gigantes dominantes que asociamos con el Jurásico o el Cretácico. Eran, en general:
- Más pequeños: Muchos no superaban los 1-2 metros de longitud.
- Menos diversos: Comparados con periodos posteriores.
- No dominantes: Compartían el ecosistema con otros grandes reptiles.
Los principales grupos de dinosaurios del Triásico incluían:

Primeros terópodos.
Carnívoros bípedos, ágiles y generalmente pequeños. Ejemplos notables incluyen:
- Eoraptor: Uno de los dinosaurios más antiguos conocidos, pequeño y posiblemente omnívoro.
- Herrerasaurus: Más grande (hasta 3-4 metros), un depredador formidable del Triásico tardío.
- Coelophysis: Un terópodo ligero y común en el Triásico tardío de Norteamérica.
Prosaurópodos tempranos.
Los primeros dinosaurios herbívoros de cuello largo, ancestros de los gigantescos saurópodos. Eran bípedos o cuadrúpedos facultativos.
- Plateosaurus: Uno de los prosaurópodos más grandes y conocidos del Triásico tardío europeo (hasta 10 metros).


Ornitísquios primitivos.
El grupo de «cadera de ave» era raro en el Triásico.
- Pisanosaurus: Uno de los pocos ejemplos conocidos, un pequeño herbívoro bípedo de Sudamérica.
Otras criaturas fascinantes del Triásico: Un mundo lleno de reptiles.
Es crucial recordar que los dinosaurios eran solo una parte de la fauna del Triásico. Otros grupos de reptiles eran a menudo más abundantes y dominantes:
Arcosaurios no-dinosaurios:
- Fitosaúrídos: Grandes depredadores semiacuáticos, muy parecidos a cocodrilos (pero no directamente emparentados).
- Aetosaurios: Herbívoros cuadrúpedos fuertemente acorazados.
- Rauisúquios: Grandes depredadores terrestres, como Postosuchus, que competían directamente con los primeros dinosaurios carnívoros.


Reptiles mamiferoides (sinápsidos)
Aunque su dominio había pasado, los terápsidos (parientes lejanos de los mamíferos) aún existían. Los cinodontos, un grupo dentro de los terápsidos, incluían a los ancestros directos de los mamíferos, que también harían su primera aparición (como pequeñas criaturas nocturnas) durante el Triásico.
Vida acuática y aérea:
- Reptiles marinos: Los océanos del Triásico vieron la aparición de los primeros ictiosaurios (similares a delfines), notosaurios y placodontes (con dientes para triturar conchas). Los plesiosaurios también surgieron a finales del periodo.
- Pterosaurios: Los primeros reptiles voladores aparecieron a finales del Triásico.

El final del Triásico: La extinción que abrió paso a los dinosaurios.
El Período Triásico no terminó tranquilamente. Concluyó con otra extinción masiva, el evento de extinción Triásico-Jurásico (hace unos 201 millones de años). Aunque sus causas exactas se debaten (posiblemente relacionadas con masivas erupciones volcánicas ligadas a la ruptura de Pangea), eliminó a muchos de los grandes arcosaurios no-dinosaurios (como los rauisúquios y fitosaurios) y a la mayoría de los grandes anfibios y terápsidos restantes.


Esta extinción fue crucial: eliminó a muchos de los competidores de los dinosaurios, dejando nichos ecológicos vacíos que los dinosaurios llenarían rápidamente, llevando a su espectacular diversificación y dominio durante los siguientes períodos, el Jurásico y el Cretácico.
Conclusión: El Triásico, la cuna de una nueva era.
El Período Triásico fue una época de transición y recuperación fundamental en la historia de la vida. Vio la Tierra unida en Pangea, experimentó un clima predominantemente cálido y árido, y fue testigo del modesto origen de los dinosaurios entre una diversa fauna de reptiles. Aunque terminó con una extinción, el Triásico sentó las bases indispensables para la Era de los Dinosaurios que estaba a punto de comenzar.
Preguntas frecuentes sobre el Período Tríasico.
¿Cuánto duró el Triásico?
El Triásico fue la primera de las eras del Mesozoico y tuvo una duración de unos 50 millones de años, en él aparecieron los primeros dinosaurios y también perecieron para dar paso a las especies del Jurásico.
¿Cómo era la tierra en el Triásico?
En el período Triásico todos los continentes estaban unidos en uno solo, el supercontinente llamado Pangea, que con el paso de los años se iría dividiendo hasta llegar al mundo actual separado en continentes.
¿Qué dinosaurios vivieron en el Período Triásico?
Entre los dinosaurios mas famosos del Triásico se encuentran el Eoraptor y Herrerasaurio (Terópodos), y el Plateosaurio, Anquisaurio y Melanosaurus (Prosaurópodos).
¿Cómo se extinguieron los dinosaurios del Triásico?
El supercontinente Pangea había comenzado a separarse formando dos grandes masas de tierra, Laurasia y Gondwana, entre ellas el mar de Tetis. Este movimiento de placas, provocó numerosas catástrofes, como la erupción de volcanes, lluvias ácidas, mares contaminados de ácido, gases mortales en la atmósfera. Todo este cúmulo de catástrofes, provocó la extinción de hasta el 35% de la fauna marina y terrestre.